Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires – COPBA

Los anteojos en los niños no son juguetes

Lo que puede parecer un juego de niños, no lo es. El uso sin prescripción médica de anteojos en los niños es cada vez más común, y el acceso a ellos a través de cadenas reconocidas de marcas textiles o de los juguetes es habitual. En este sentido, cabe señalar que no se conoce los inconvenientes que trae aparejado el uso de estos elementos en los niños y la prohibición de la fabricación y comercialización de anteojos de juguetes en la provincia de Buenos Aires.

 

A través de la Ley 10362, se encuentra impedida la fabricación y comercialización de anteojos de juguetes, definiéndose como aquellos destinados a la recreación infantil, cuyas lentes poseen impurezas, burbujas, tensiones, estrías o cualquier otro defecto, o contengan aberraciones cromáticas y/o no respeten el régimen de tolerancia en refracción y defecto prismático establecido en el artículo 15, del decreto 419/71.

El uso de estos anteojos durante la infancia están relacionados con la aparición de patologías en la edad adulta, las lesiones no aparecen instantáneamente, sino que son acumulables, y con los años se manifiesta en, por ejemplo, cataratas, degeneración macular asociada a la edad (DMAE), y pterigión, un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea, que produce irritación ocular y sensación de cuerpo extraño, tal lo expresa el informe del portal de información sanitaria, Infosalus.com

Frente a esta situación, es recomendable e importante que los mayores entiendan y comprendan la importancia de utilizar gafas de sol con una calidad adecuada, de no ser así es preferible utilizar otros elementos de protección como gorras, sombreros o viseras, lo que reduce el riesgo de padecer estas patologías.